Como un balde de agua fría, pero sin agua, cayó en el rubro gastronómico la determinación de las autoridades de cortar el suministro de este servicio básico en seis comunas de la Región Metropolitana debido a trabajos para la construcción de una de las estaciones de la futura línea 7 del Metro.

Máximo Picallo,

Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga).

De esta forma, quedarán sin agua potable desde el viernes 6 de octubre a las 17 horas, hasta las 6 de la mañana del domingo 8, los clientes residenciales y no residenciales, ubicados en las comunas de Providencia, Santiago, Recoleta, Independencia, Conchalí y Renca, incluyendo los restaurantes ubicados en esas zonas de la capital.

La situación ha provocado molestia en el sector gastronómico por el impacto negativo que tendrá este corte prolongado en los locatarios, ya que sin agua potable no podrán funcionar. Malestar que se incrementa frente a la falta de información y claridad, por parte de las autoridades, tal como advierten desde el rubro gastronómico, sobre el alcance del corte de suministro y quiénes podrán funcionar finalmente.

En esa línea, desde la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) plantean que las autoridades han entregado información confusa en relación con la interrupción de este servicio básico, “porque no han señalado, por ejemplo, si los locales de comida que cuentan con estanques de agua podrán funcionar. En la práctica, asumimos que sí lo podrán hacer, pero necesitamos que se confirme y se otorgue certeza”, puntualiza Máximo Picallo, presidente de la entidad gremial.

No obstante, el personero indicó que “aunque se les deje funcionar a los restaurantes que dispongan de estanque, habrá muchos otros recintos que deberán cerrar sus puertas este fin de semana, lo que claramente provocará un impacto económico, ya que no tendrán ingresos esos días, lo cual es muy perjudicial para un rubro que está en proceso de recuperación”.

Ampliar el horario del Metro

En otro punto relacionado a este tema, el timonel de Achiga aprovecha de hacer un llamado a Metro para que amplíe el funcionamiento nocturno del tren subterráneo, ya que a su juicio, el horario de cierre actual, que es a las 23 horas, los perjudica, porque obliga a muchos locales a atender hasta temprano para que sus trabajadores puedan volver a sus casas, dejando de percibir ingresos en un horario de mayor demanda, como es la cena.

“Se han publicado varios artículos de prensa que muestran cómo la noche en Santiago languidece cada vez más temprano, por varios factores, entre ellos, los altos niveles de inseguridad que existen, pero a lo que también contribuye que Metro tenga un horario nocturno reducido, lo cual afecta especialmente los fines de semana, cuando las personas buscan salir a comer y relajarse hasta más tarde, pero se encuentran con que la oferta gastronómica cierra temprano. Por lo mismo, necesitamos que la empresa acoja nuestra solicitud, al menos los viernes y sábado”, afirma Máximo Picallo.