La ilusión de vida de María Luisa Maldonado Soto era formar familia en un entorno sustentable. Ese sueño lo cumplió a cabalidad con Agroturismo San Antonio, un emprendimiento en la comuna de Ancud que rescata la cultura chilota en su esplendor. Los turistas que llegan hasta el sector de San Antonio pueden ordeñar vacas, alimentar al ganado, pescar su propia cena en el río e incluso preparar por su cuenta una de las recetas típicas de la zona, el curanto.
Tal como lo indica María Luisa, el espíritu de la empresa que inició junto a Hardy, su marido, es “la preocupación de tener un negocio sustentable y compartir nuestros saberes agroecológicos”. Llegó a vivir al lugar en 1980, luego de contraer matrimonio. Ahí comenzó a soñar con un paraíso para su familia. Llegaron los hijos y cuando Hardy, el mayor, tenía quince años y Carol, diez, vieron en el turismo la oportunidad de mejorar su calidad de vida. Así, en 1997, dieron vida a Agroturismo San Antonio.
–¿Qué impacto tiene su propuesta de turismo rural en la comunidad?
–En nuestro plan de acción, adquirimos productos locales con valorización económica justa, motivando así a pequeños agricultores para que sigan desarrollando su actividad en cada uno de sus rubros. Además, invitamos a artesanas, a quienes les facilitamos el espacio físico sin costo para ellas, para que puedan compartir su sabiduría ancestral y vender sus productos. También formamos alianzas con hoteles turísticos para potenciar el destino, valorizando nuestra identidad cultural y patrimonial, a través de vivencias experienciales.
La familia en el centro de la experiencia turística de Agroturismo San Antonio
Agroturismo San Antonio es una microempresa familiar que presta servicios de alojamiento turístico mediante un hospedaje rural que conserva la construcción típica chilota. Además, potencia actividades y labores del campo, así como también recetas gastronómicas que son preparadas por los propios viajeros que llegan a la isla, quienes viven así una experiencia inolvidable, muy familiar.
Con orgullo, María Luisa indica las certificaciones que ha obtenido para que su negocio se potencie cada día más: cuenta con el sello SIPAM 2015 sobre el manejo orgánico, ancestral y sustentable y con el Sello S de Sernatur. También se le hincha el pecho porque “nuestros servicios han sido difundidos y promocionados en medios nacionales e internacionales. Tuvimos el honor de recibir a la escritora Isabel Allende que vino a inspirarse para su libro el Cuaderno de Maya. Continuamente me perfecciono y, dentro de los reconocimientos destaca el FIA 1999, Municipio Ancud 2002-2014, Rotary 2014”.
–Para posicionar su negocio, ¿qué barreras de género se han presentado y cómo las superó?
–1997 fue una época muy complicada para liderarlo, siendo mujer, campesina y chilota en una actividad económica desconocida. No creían en mis aptitudes y no confiaban en que llegarían turistas al sector rural para vivir experiencias únicas, a través de nuestra cultura e identidad. Otra dificultad en el proceso fue generar lazos asociativos con empresarios turísticos, que confiaran en un trabajo colaborativo y aumentar así la permanencia de los turistas en la Provincia de Chiloé. Superamos las barreras con confianza, trabajo colaborativo, asociativo, con perseverancia, con capacitaciones. Y al formalizarnos, las entidades bancarias creyeron en nosotros, para la otorgación de créditos. Fue así que pudimos mejorar nuestra casa y el entorno para cumplir con toda la normativa administrativa y sanitaria.
Hoy ya hace casi dos décadas de ese tiempo, María Luisa fue la seleccionada en el concurso Mujer Empresaria Turística 2020 para representar a su región, concurso mediante el cual Sernatur, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y BancoEstado relevan el importante papel que tienen las mujeres empresarias de la industria turística chilena, ámbito en que destacan por ser un aporte en todas las aristas de esta actividad, así como en las tradiciones y las costumbres del entorno en que desarrollan sus productos y servicios.
Esta es la explicación para ella: “Con el tiempo me he dado cuenta de que emprender en una actividad en el sector rural se puede lograr con constancia, perseverancia, responsabilidad y compromiso, todo para poder concretar un real desarrollo económico familiar. En la actualidad existen muchas instituciones públicas y privadas que acompañan en el proceso, así como también acceso a programas, subsidios, capacitaciones, y créditos. El apoyo es indispensable en el proceso ya sea familiar y asociativo para el éxito, así como también educación cultura financiera, para potenciar la cultura y la identidad local”.
Para terminar, y con mucha generosidad, la empresaria invita a todas aquellas personas que quieran conocer su emprendimiento familiar, para “ayudarlos a resolver todas sus inquietudes que aparecen en el proceso de formalización, para que así su negocio pueda ser exitoso y rentable”, como lo haría cualquier familiar desinteresado. Ella es María Luisa Maldonado, Mujer Empresaria Turística.
María Luisa Maldonado Soto
+569 9 397 28 22
[email protected]
Fuente: Sernatur