La importancia de avanzar en la ciencia en las regiones, fue uno de los tópicos abordados en el encuentro que sostuvo la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Silvia Díaz, con el equipo de Vino del Desierto de la Universidad Arturo Prat (UNAP), integrado por los académicos Marcelo Lanino e Ingrid Poblete y por las profesionales Belén Sepúlveda y Paola Fernández.

Ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Silvia Díaz, en su reunión con el equipo de Vino del Desierto de la Universidad Arturo Prat (UNAP).

La ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Silvia Díaz, en su reunión con el equipo de Vino del Desierto de la Universidad Arturo Prat (UNAP).

Durante la cita, los académicos e investigadores de dicha casa de estudios explicaron cómo la iniciativa regional tiene un compromiso con el territorio.

“Ya han pasado 20 años desde que el Vino del Desierto recolectó material vegetal en la región, la cual tiene una historia muy antigua, con el propósito de rescatar cepas patrimoniales. En ese aspecto, la UNAP aporta con el conocimiento, concretándose en pocas semanas más, la transferencia de plantas a los primeros agricultores de la provincia del Tamarugal”, explicó Marcelo Lanino, director de Vino del Desierto.

Esta acción corresponde al Programa de la Vid, el cual cuenta con el apoyo de Teck Quebrada Blanca y la UNAP.

La ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Silvia Díaz, resaltó la labor de los investigadores de la UNAP y valoró el férreo quehacer científico con el hallazgo de cepas patrimoniales y la puesta en valor con el pasar de los años a las diversas áreas del conocimiento en la comunidad tarapaqueña.

La siguiente etapa del Programa de la Vid, constituye un hito importante para la región, ya que permitirá un aumento significativo de superficie, para impulsar este polo productivo, con una vitivinicultura desarrollada en el desierto más árido del mundo, con cepas patrimoniales, y que producirá un vino con un “terroir” único, como se ha demostrado, indicó la investigadora Ingrid Poblete.